Guzmán nace el 11 de agosto de 1947 en Santiago de Chile y estudio cine en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid en España hasta 1970, y desde entonces se dedicó de lleno a la realización de documentales, su primer obra fue “El primer año” que tarta sobre los primeros doce meses del gobierno de Allende, aunque se podría decir que su camino en este género cinematográfico se inicia con su mejor obra: “La Batalla de Chile”, donde se muestra los días previos al golpe fascista de Pinochet, así como el asalto al Palacio de la moneda por parte de los salvajes militares el 11 de setiembre de 1973. En esta película apreciamos claramente la polarización de la sociedad chilena como una firme evidencia de la lucha de clases en esa época, pero que sigue desarrollándose en la actualidad.
Posteriormente Guzmán continúa su trabajo realizando otras películas como “En nombre de Dios”, “La memoria obstinada”, “El caso Pinochet” y algunas recientes como “Salvador Allende”. En la mayoría de estas realizaciones documentales se recoge las dos posiciones políticas, con la intención de mostrar el antagonismo de clases que permanece en Chile, y que trata de ser asolapado por los gobiernos de turno, sino recordemos las marchas a favor y en contra que provocó la muerte del delincuente y genocida de Pinochet.
De esta manera podemos entender el cine de Guzmán como un conjunto de miradas históricas minuciosas, cotidianas y políticas, que tienen como objetivo poner a un pueblo fracturado, frente a frente con un pasado oscuro y vergonzoso, donde muchos apoyaron en esos años (1973 – 1989) los cartuchos a discreción sobre las masas indefensas y desarmadas, que aún así confrontaron la dictadura con valor y dignidad.
Para Guzmán su compromiso está con la verdad y su pueblo, y es humilde al reconocer que su obra, “si bien es cierto parte de una pequeña investigación, es un sencillo aporte a la historia, ya que son los historiadores los que deben hacer las investigaciones más completas”. Así pues creemos que el trabajo de Patricio Guzmán, es válido para entender una parte de la historia en las luchas populares, analizar sucesos históricos y sacar lecciones que nos permitan encarar de mejor manera la realidad y la crisis del sistema capitalista que nos agobia actualmente.
Sin duda Guzmán es una muestra de un hombre comprometido consigo mismo y con su realidad, y un ejemplo de que el cine y la política tiene una estrecha relación, más aún cuando se trata el documental como una herramienta que ayude a una buena memoria obstinada, a encontrar la verdad para comprender el pasado, transformar el presente y construir un mejor porvenir.
Escrito por Eduardo Rodríguez A.
1 comentario:
Para tomar la dimansión de este director debo decir que se estudia en varias escualas de cine de latinoamérica lo cual es muy saludable. Saludos!
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